Las alfombras son una excelente opción para la decoración de nuestra casa. En cualquier habitación o estancia, podemos colocar desde una alfombra gigante de pelo hasta un pequeño felpudo, y ello dotará a esa habitación de un aire especial y un toque personal.
A pesar de que hay gente que utiliza las alfombras de manera vertical para la decoración, como si se tratase de un cuadro, lo cierto es que pocos son los atrevidos que la ubican así y la inmensa mayoría de los mortales, colocamos nuestras alfombras sobre el suelo y bajo nuestros pies, que es el lugar original para el que fueron inventadas.
El suelo es el lugar de la casa que más se mancha con el día a día (¿cuándo fue la última vez que limpiaste el techo?), y con ello nuestras alfombras son un lugar privilegiado para acumular suciedad. Además, en diferentes zonas de la casa es un lugar bastante propenso a que se pueda derramar comida o bebida, provocando un pequeño desastre.
Con todo ello, no te preocupes, hemos preparado una serie de consejos para alargar la vida de tu alfombra con un básico mantenimiento y también para volverla a su estado natural cuando una pequeña desgracia sucede.
Los mejores trucos para mantener limpia tu alfombra
Te enumeramos una serie de consejos comunes para alargarle la vida sin apenas esfuerzos. Recuerda que un pequeño gesto una vez al año no va a influir significativamente en la longevidad de tu alfombra, pero sí lo harán los pequeños gestos semanales que, aunque parezcan poco de manera aislada, cuando se realizan juntos y de manera continuada pueden mantener tu alfombra del mejor modo durante tres veces más tiempo que si no los hicieras.
1- Aspirar o barrer tu alfombra semanalmente
Este sencillo gesto eliminará todos los ácaros y elementos que pueden producir alergias, así que en si mismo es una excelente medida de higiene y salud, pero además es la manera más correcta de eliminar el polvo que se acumula antes de que se adhiera y se convierta en suciedad que sería mucho más complicada de eliminar.
2- Cambia su posición u orientación
Y no nos referimos a que pongas tu alfombra en un lugar que no te gusta para que se mantenga más limpia. Esta medida viene justificada por el hecho de que suelen sufrir más por algunas zonas que por otras. Por ejemplo las que se ubican bajo algún mueble, suelen estar chafadas en algún punto por algunas de sus patas o bases. Si la rotamos, iremos haciendo que se desgaste menos por un único lugar. Además hay alfombras que están diseñadas y finalizadas por los dos lados, lo que nos permite también darle la vuelta de vez en cuando para mantenerla mejor.
3- Regálale un tratamiento de belleza
¿A quién no le gusta que le mimen? Está bien que parte de ese cariño acabe derramado en tu alfombra, como pasa a veces con el café y el vino tinto. A continuación te vamos a contar unos pequeños trucos para limpiarla en determinadas circunstancias, pero estaría bien que aplicaras algunas de estas medidas de manera altruista un par de veces al año, más allá de que haya o no una mancha concreta.
Los mejores trucos para tu alfombra
Cama de hielo
El hielo es genial para recobrar la forma de tu alfombra. Si ha quedado algo bombeada o chafada, puedes cubrir esa parte o incluso toda la alfombra con hielo y esperar 30 minutos. Después deberías tenderla al sol y verás cómo recupera la forma del primer día.
El material es la clave
Cada material del que esté fabricado tu alfombra tiene unas especificaciones diferentes a la hora de su limpieza. No es lo mismo limpiar una alfombra de lana que una de vinilo, así que te damos los tips que necesitas:
Limpiar alfombra de algodón
Al tratarse de un material no liso, acumulará polvo por sus recobecos que se convertirá en suciedad si no se elimina, así que el primer tip es un buen aspirado periódico para que esto no suceda. Si el problema es una mancha pronunciada, podemos tratarla con vinagre de limpieza y agua caliente. Después de cepillarla con esta mezcla, lograremos que desaparezca la mancha para siempre
Limpieza de alfombras de lana
Con la lana tenemos el mismo problema y la misma solución que con el algodón, así que lo primero es aspirarla a conciencia para eliminar ese polvo. Después, para tratar las manchas podemos hacer uso de agua caliente y jabón de marsella o algún otro jabón sensible que no sea irritante. Al secarse no habrá ni rastro de la mancha.
Limpieza de alfombras de vinilo
Lo práctico de estas alfombras va más allá de su cantidad de diseños y fácil colocación, llegando también a su mantenimiento. Al tratarse de un material parecido a un «tapete», podremos barrerla, aspirarla, limpiarla con un trapo humedecido e incluso fregarlas. La limpieza de estas alfombras no te llevará ningún problema ni requiere un cuidado super especial, salvo quizás, secarlas correctamente después de cada lavado para evitas el moho.
Limpieza de alfombras de yute y bambú
Las alfombras naturales de yute y bambú son una excelente opción decorativa y mantenerlas limpias es relativamente sencillo. Si se da el caso de una mancha concreta que no quiere desaparecer, no tienes más que calentar agua, añadir una buena cantidad de sal y frotar enérgicamente la zona con un paño húmedo. Después de dejarlas secar, volverán a lucir fabulosas.
Consejos de limpieza para tu alfombra
Por último y si has llegado hasta aquí, se nota que te preocupa el estado de tus alfombras y quieres que luzcan como el primer día. Mantenerlas es realmente fácil y solo requieren un poco de atención periódica para que puedan estar contigo mucho tiempo. El aspirado periódico es la clave del éxito y alargará su vida profundamente. Además, si sigues los consejos para cada uno de los materiales ante las manchas puntuales, lograrás que siempre estén en el mejor estado.
Respecto al vinagre de limpieza, recomendamos utilizar siempre el más perfumado que sea posible para evitar el fuerte olor que tiene. Si no fuera posible, unas gotitas de esencia de lavanda, vainilla o alguna otra a tu elección, harán que además de limpia quede perfumada.
El agua caliente que se utilice para limpiar nunca debe estar hirviendo. Una temperatura algo más que templada es suficiente para una buena limpieza. Recuerda que el agua a muy alta temperatura también puede dañar las fibras de lana o algodón o deformar las fibras naturales de yute o bambú.
Por último, siempre que sea posible secaremos nuestras alfombras en una zona donde el sol abrasador no le pegue directamente y donde corra un poco el aire. Esas son las condiciones ideales, si no se dan, algo de sol indirecto y ayudarte incluso de un secador para una mancha concreta pueden servir de gran ayuda.
Esperemos que hayas aprendido mucho en este post, no olvides dejar tus comentarios si tienes algún otro truco para compartir con la comunidad y de reenviar estos consejos a tus amigos!