¿Verdad que es agradable después de darte un baño o una ducha, esa sensación bajo tus pies al ponerlos sobre una acolchada y bonita alfombra?
Hay muchas posibilidades y sin duda hay una opción para ti. Gracias a este elemento decorativo y funcional, podrás tener algo muy agradable en tu cuarto de baño para después de tu ducha.
¿Qué tipos de alfombras de ducha hay?
Es probable que cuando hablemos de alfombras de ducha pienses en algo parecido a una toalla y no vas mal encaminado. Lo cierto es que existen principalmente dos tipos de alfombra:
- Las alfombras toalla. Son aquellas que por sus materiales y su forma, ayudan a cumplir ese objetivo de secarse los pies al salir del baño. Sin duda son las más cómodas y funcionales, ya que cuenta con esa gran prestación, especialmente útil en invierno.
Entre los materiales más comunes de este tipo de alfombras tipo toallas encontramos el algodón y la microfibra. -
Las alfombras aislantes. Este tipo cumple únicamente la función de aislar del suelo, además de la decorativa. Este tipo de toallas tienen la desventaja de no secarte los pies cuando las usas, aunque por contra tienen la gran ventaja de la decoración. La cantidad de diferentes diseños que puedes elegir es muy amplia así como sus tamaños y acabados. Además, son muy fáciles de limpiar y son especialmente utilizadas en épocas de calor. Los materiales más comunes en este tipo de alfombras son el PVC, poliester y plástico.
¿Las alfombras de baño son antidelizantes?
La mayoría de alfombras de baño que puedes comprar están equipadas con material antideslizante en su base. Gracias a este tratamiento, las alfombras quedan relativamente fijas al suelo, con el objetivo de que no se desplacen al salir de la ducha y con ello puedan provocar un pequeño accidente.
Es importante seguir las instrucciones de los fabricantes para ubicar correctamente la alfombra en el espacio deseado así como cumplir con las condiciones de limpieza y secado que se indican.